Como de costumbre...
Ventana entre abierta, luz suave, quizás un punto de
calor hacen más pronto de lo normal ruborizar mi ser. Seis y media de la
mañana,
de un bote salgo de la cama desnudo, un aseo fugaz con
agua fría y clásico jabón "Camay" en pastilla acelera mis sentidos
olfativos, despierta mis manos, la cara, traducido en ese masaje mañanero
imprescindible donde cuerpo y alma se funden en un nuevo día.
Ropa ligera clásica funcional e informal.
Uno debe ir preparado para cualquier ocasión!
Con la comodidad de un elevador salgo a la calle.
(Otros lo desconozco)
Yo,
observo, dedico unos instantes en apreciar mi
alrededor ;
Una mirada al horizonte desvela las tonalidades del
cielo y qué tipo de climatología me espera como campesino que sin libro pero
con repetición y estudio de la naturaleza sabe que depara durante el día.
Pequeñas aves silvestres mezcladas con especies de ciudad comunes revolotean
por las cercanías.
Agradezco esa melodía en mi despertar, esos sentidos
auditivos pueden crear sentimientos muy favorables.
Enciendo ese puríto con capa natural ligeramente con
sabor a mentol donde inicio un ligero paseo hasta el transporte público
dirección al despacho.
Quizás, hoy, siendo pronto, podré ir sentado ya que de
costumbre entre adolescentes que van corriendo a los centros de estudios o
turistas en busca de maravillas autóctonas...No tengo esa suerte!
Hoy, sí ;
Conductor algo obeso pero altamente agradable abre sus
puertas con una sonrisa y unos buenos días enérgicos.
Somos solo dos pasajeros que contestamos donde
descubro que mis cuerdas vocales aún no están listas (jajajjajajja).
Trayecto rápido, cómodo.
En intercambio de transporte pienso que ir con más
tiempo puedo sentarme en el banco de cerámica con lámparas de hierro forjado y
deleitarme con el despertar de mi ciudad. Solo diez minutos son suficientes
para descubrir otra melodía diferente a mi residencia pero no logro descubrir
la especie que la produce interrumpida por el paso del tránsito rodado de la
ciudad de Barcelona.
Una vez dentro del vagón subterráneo de la ciudad...
Multitud de personas emiten energías variopintas, estampas con denominador
común de cansancio y rutina asumida.
Perdónenme, eso no es vida !!!
Quizás en todo el vagón donde alcanza mi vista solo
dos mujeres de media edad sonríen a la vida de igual forma lo hago yo.
En destino aprecio que dispongo de 45 minutos más para
poder entrar.
Con suavidad esquivo a individuos en patinetes, mini_bicicletas,
padres con niñ@s con carros con ruedas modernos llenos de libros escolares,
vecin@s con su mascota dejando regalitos en la acera, más tránsito rodado.
Señor, esto es una jungla de estrés continuado!
Saludo con alegría a cuatro vecinos puntuales y decido
hacer ese café con leche para animar al paladar y despertar así también las
papilas gustativas junto un pequeño bocadillo de pinchitos adobados artesanales
hechos con pasión de un horno recién abierto en mi zona. Feliz jornada laboral!
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada